Es muy importante que cuidemos nuestra piel en cualquier
época del año y que adoptemos como un “ritual de belleza” exfoliar la piel para
eliminar las pieles muertas. Ahora en verano tenemos que cuidarla todavía más
porque tiene más factores de riesgos y se expone más a los rayos del sol, sal
marina o cloro. En mi caso que tengo la piel sensible no todos los exfoliantes
me van bien, algunos son muy agresivos y me dañan la piel. Por eso quiero enseñaros
hacer unos exfoliantes caseros sencillos, rápidos, económicos y con productos que tenemos en casa.
Antes de comenzar con ellos comentaros que hay dos
exfoliantes que me funcionan muy bien y que me encantan :) por si os sirven también de
ayuda. Uno es el gel de ducha exfoliante Rub Rub de Lush ¡maravilloso! y el
otro exfoliante que me gusta mucho es el exfoliante corporal de Rituals GoodLuck Scrub de olor a naranja dulce con madera de cedro ¡¡Muy recomendables los
dos!!
Exfoliante casero de
azúcar y aceite
Este es un exfoliante más fuerte y agresivo recomendado para
pieles más mixtas o grasas porque las sensibles pueden irritarse. Para ello necesitamos dos productos que son
imprescindibles en la cesta del hogar como
son el aceite y el azúcar (El aceite si tienes de almendras o para bebés que
serán más suaves mejor y si no el de oliva también nos puede servir).
Coges un bol: colocas unas 6 cucharaditas de aceite y 8 de
azúcar y lo mezclas bien hasta que quede una masa granulada. Aplícala sobre la
piel mojada, realizando masajes circulares por el cuerpo. Una vez finalices la
exfoliación aclara bien con agua e hidratarlo con crema para que quede un
acabado ideal.
Exfoliante casero de
azúcar y limón
Al igual que la receta anterior tenemos que llevar mucho
cuidado esta vez con el limón a la hora de aplicarlo porque puede dejar manchas
en la piel. Lo recomendable es aplicarlo por las noches y enjuagar muy bien
para que no queden restos que puedan empeorar nuestra dermis.
Este exfoliante casero necesita el jugo de medio limón
exprimido y 4 cucharadas de azúcar. Acuérdate de realizar los masajes
circulares frotando la piel para expulsar las capas de pieles muertes menos
superficiales ¡Notarás la piel como cuando eras adolescente!
Exfoliante casero de
leche y avena
Ahora que está muy de moda desayunar copos de avena ¡reserva
unos pocos para tu exfoliante casero! Para ello necesitamos una cucharada de
azúcar, media taza de avena molida y la cantidad de leche la mides a ojo (vas
mezclando con los otros productos sin que te quede líquida).
Gracias al poder hidratante de la leche, a la avena como exfoliante podemos terminar el proceso una vez exfoliados y limpios con
una dosis de hidratante para que quede perfecta.
¿Nos recomiendas algún truco casero que te funcione
para exfoliarte? ¡Compartir es vivir!
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